Qué es el mobbing o acoso laboral

Seguramente has escuchado el término mobbing o acoso en el trabajo, siendo un concepto que ha cobrado relevancia debido a la importancia del trabajo en nuestras vidas.

Sin embargo, no es un concepto nuevo. Ya el famoso etnólogo Konrad Lorenz utilizó el término para referirse al comportamiento agresivo que observó en ciertos grupos de animales que quieren expulsar a los invasores, o atacarse entre sí cuando los individuos más débiles de una especie se alían y atacan a individuos más poderosos.

Una definición adecuada del término mobbing es, en palabras de Lorenz: «el ataque de una coalición de miembros contra uno de su misma especie, por alguna diferencia, defecto o rasgo significativo». Por lo tanto, podemos pensar en el término mobbing como un fenómeno grupal que generalmente afecta a los animales y existe en la cultura humana.

Esto se vuelve claro, por ejemplo, cuando vemos en Japón que la propia cultura del anti-individualismo alienta a los grupos a ejercer presión sobre cualquier desempeño individual de los trabajadores.

Volviendo al presente, una definición más moderna podría ser la propuesta por Iñaki Piñuel: «el deliberado y continuo maltrato moral y verbal que recibe un trabajador, hasta entonces válido, adecuado o incluso excelente en su desempeño, por parte de uno o varios compañeros de trabajo (incluido muy frecuentemente el propio jefe), que buscan con ello desestabilizarlo y minarlo emocionalmente con vistas a deteriorar y hacer disminuir su capacidad laboral o empleabilidad y poder eliminarlo así más fácilmente del lugar y del trabajo que ocupa en la organización».

Por otra lado, es normal que te suene el término; alrededor del 10 al 15 % de trabajadores sufren una situación de acoso laboral.

El mobbing no surge de repente, sino que suele desarrollarse en una serie de etapas o fases:

Fases del acoso laboral

Conflicto

Por lo general, comienza con algún desacuerdo o una amenaza percibida. Este conflicto no es necesariamente real, puede ser imaginado.

Estigmatización

En esta etapa, la víctima es etiquetada negativamente, lo que finalmente se convierte en su característica dominante. Esto, a su vez, predispone a las víctimas a comportarse de manera patológica o temerosa que los atacantes utilizarán para defenderse.

Intervención

Una vez que un trabajador es aislado y estigmatizado, los jefes tienden a buscar problemas en los rasgos de la víctima y comienzan a verlo como un trabajador problemático.

Eliminación

En muchos casos, son las propias empresas las que deciden prescindir de esos trabajadores, puesto que les resulta molesto e incómodo.

Ser acosado en el trabajo suele tener un impacto en la salud mental, aunque esto depende de la duración del acoso, la intensidad del ataque y la vulnerabilidad de la víctima.

Las estadísticas son preocupantes, por lo que saber cómo detectarlo a tiempo ahorrará muchos problemas a los trabajadores que están sufriendo acoso en el trabajo. De todos modos, un psicólogo forense puede ayudarlo a evaluar si ha sufrido acoso en el lugar de trabajo con un informe pericial.

 

Tipos de acoso laboral

Acoso vertical

El primero que se nos viene a todos a la cabeza, es aquél que surge de una posición superior, cuando el jefe acosa a un empleado usando su poder dentro de la empresa de manera abusiva, perversa y desmesurada.

Como curiosidad, en los puestos altos de las empresas solemos encontrarnos con el fenómeno de psicópata integrado.

También el acoso puede ser ascendente, en este caso sería del empleado hacia el jefe, pero lo cierto es que este tipo de acoso es prácticamente residual.

Acoso horizontal

Este tipo de mobbing se da cuando la situación de acoso ocurre entre iguales, entre compañeros.

Sin duda el acoso laboral puede tener consecuencias nefastas para la salud psicológica y física de los trabajadores.

Consecuencias psicológicas de acoso laboral:

Todos aquellos síntomas relacionados con la ansiedad, depresión, trastornos del sueño, miedos, inestabilidad emocional, rumia o pensamientos negativos, problemas de concentración y de memoria, etc.

Consecuencias físicas del acoso laboral:

Relacionadas con la salud cardiovascular como elevación de la tensión arterial y arritmias, dolores musculares y articulares. Otros síntomas comunes son los relacionados con los problemas del aparato digestivo, como pueden ser el dolor abdominal, úlceras estomacales, vómitos, mareos o reflujo gastrointestinal.

¿Es posible demostrar el acoso laboral o mobbing?

Por supuesto que sí, aunque a veces dependiendo de las pruebas que existan será más fácil o difícil.

Aquí, sin duda, un informe pericial psicológico de un psicólogo forense será crucial en el proceso judicial.

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